martes, 27 de enero de 2015

Els instruments de la Secta. Part 3 "El bajo Koreano"

EL BAJO  KOREANO




Corrían los 90 y,  de forma efervescente subía la moda de los LP/CD “Unplugged” sobre todo en forma de directo  que por cierto recibían casi todos ese título (Fulano Unplugged)
Fue entonces,  pasados los juegos olímpicos de Barcelona, cuando me enamore perdidamente de él tras verlo en un catálogo en la tienda de instrumentos de mi barrio. Supongo que es lo que habitualmente llamamos amor a primera vista.
Sus formas anchas, su diapasón desnudo sin  esas tiras de metal, su elegante clavijero clásico, su práctico cutaway para alcanzar de forma cómoda la segunda octava, en fin, toda su apariencia me cautivó desde el minuto uno.
Fue entonces cuando, tras una profunda y elaborada reflexión de unas décimas de segundo (típica de Aries ansioso e impaciente), decidí encargarle esta maravilla al dependiente de la tienda, que tras una conversación telefónica con su proveedor me comunicó una noticia buena y otra mala.

La buena: El precio. Setenta mil de las antiguas pesetas (para tanta belleza era un precio asequible a pesar de mi escueta economía)
La mala: Cuatro largos meses de plazo de entrega (más que proceder de Corea llegue a creer que lo hacían en Neptuno)
Tras superar estoicamente la desesperante espera que produce la suma del tiempo con mi, anteriormente citada, impaciencia ansiosa compulsiva, finalmente él cayó en mis brazos.

Una vez juntos en la intimidad del hogar empezaron los problemas. En realidad el tiempo me ha hecho comprender que sólo existía un problema:
Yo.
Lo que ocurrió entre nosotros es algo que ha ocurrido, ocurre y ocurrirá toda la vida en muchas relaciones, simplemente yo no estaba preparado para afrontarla.
Al principio creí que era culpa de él por no sonar bien “esto no afina pensaba” pero no tarde mucho en darme cuenta de que el causante de dicho desafino era yo.


Tras tres o cuatro años de casi inexistente relación a mediados de 1997 retomamos tímidamente lo nuestro. Al principio encuentros esporádicos en pequeñas  participaciones en trabajos de otros músicos y más tarde de una forma más continuada en grupos propios.
Actualmente nuestra relación es continua en Secta Solar.



-Carlos-